Precios disparados y población enfurecida en Brasil

Como se podía prever, la locura se ha instaurado en Brasil en cuanto a los precios en tiempo de Mundial se refiere. No porque sea excesivamente caro, sino por la diferencia que tienen con el precio habitual.

Un estudio realizado por la empresa TripIndex comparando los precios de todas las ciudades que serán sede en la cita mundialista afirma que los precios de los servicios en Brasil ha aumentado en un 120% respecto a su tarifa habitual. Por ejemplo, por menos de 500 euros los asistentes al Mundial de Brasil no podrán ver un partido de su selección en Rio de Janeiro en el estadio Maracaná. Y eso sin contar vuelos. Casi nada.

Belo Horizonte, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Manaus, Natal, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, Salvador y Sao Paulo son las doce sedes de la cita mundialista. De entre todas estas ciudades, como es evidente, Río de Janeiro, con Maracaná como reclamo, es la ciudad más cara. El alojamiento, con 527,69 euros de media es lo que hace que el precio se dispare. Y es que, según este estudio, Rio de Janeiro, Salvador, Fortaleza, Porto Alegre, Manaus, Curitiba, y Natal han aumentado sus precios hoteleros en un 100% desde el año pasado. Sin duda, una oportunidad para los brasileños de hacer negocio. Una gran oportunidad.

En cuanto a las ciudades más económicas, Cuiabá es el destino más económico, con un coste medio aproximado de 335,74 euros, seguido de Sao Paulo 350,33 euros y Porto Alegre 356,96 euros. Eso sí, son ciudades con menos recursos y menos atractivas que Río o Fortaleza, por ejemplo.

Por otro lado, además de los precios, también crecen las protestas de los brasileños por la disputa del Mundial y el consiguiente dinero invertido en él. Los levantamientos son cada vez más hostiles en las ciudades de todo el país incluidas Río de Janeiro, Salvador, Brasilia, Sao Paulo y Belo Horizonte, todas ellas sedes mundialistas. Desde el gobierno se llama a la tranquilidad pero lo cierto es que las imágenes no invitan a ello. Especialmente dura está la situación en Salvador, sede el primer partido de España frente a Holanda, donde el paro del 100% del servicio de autobuses por la exigencia del aumento de sueldo de un 12% ha causado el caos en la ciudad influyendo de manera directa a todos los habitantes de la misma. Esto, unido a la irrupción de los nativos frente a los policías de hace unos días en Brasilia con arcos y flechas frente a caballos y balas de goma, hacen que las ganas de acudir a Brasil disminuyan considerablemente ante la dificultad del gobierno brasileño de garantizar la seguridad de los aficionados ante las reyertas continuas.

En definitiva, las apuestas en Brasil 2014 no invitan al optimismo ni por precio ni por seguridad. La imagen del país sudamericano está quedando notablemente dañada. Veremos si finalmente son capaces de sacar adelante el Mundial sin mayores problemas para los aficionados.

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